viernes, 9 de agosto de 2013

Aquí me tienes.

Cada día que pasa intento preocuparme más por mí misma. Me he dado cuenta que cuanto más te preocupes por los demás y no recibas al menos una muestra de afecto por haber empleado tu tiempo y esfuerzo por ayudarlos con todas las ganas del mundo, al final no servirá para nada. Ni un "gracias", ni un abrazo, ni una sonrisa, ni nada. He descubierto que la gran mayoría de la gente solo te quiere para sus conveniencias y sé que ese sentimiento de ayuda y de apoyo que yo he demostrado hacia esas personas no ha sido recíproco.

Sin embargo, no todo el mundo es así. Durante toda mi vida he conocido a muchísimas personas que me han demostrado cómo son realmente, para bien o para mal; y de ese gran número de personas solo puedo destacar a unas cuantas que me han demostrado tantas cosas que nunca creía que me iba a demostrar nadie y que, gracias a ellas, crezco cada día, fijándome en quién tengo que emplear mi tiempo y en quién no.

Si eres una de esas personas, aquí me tienes para lo que sea. Para cualquier cosa que necesites, sea cualquier tontería o idea estúpida que parezca. Para contarme tus alegrías y tus tristezas, para darme todos los abrazos que te apetezcan y para llorar en mi hombro cuando ya no puedas más. Y, aunque no tenga todo el tiempo del mundo, siempre me tendrás ahí, intentando buscar algo de mi tiempo para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario